El departamento se encuentra en un inusual - casi antinatural diría yo- silencio... lo único que parece escucharse es el goteo de la canilla sobre la ya amiga pila de platos sucios en la pileta. Todo parece en su lugar, inclusive mi hermano que se encuentra perdido entre los brazos de Morfeo que parece ejercer un poder sobrehumano sobre el. Y no! hasta mas o menos las 6 de la tarde no lo vemos cruzar el umbral de la puerta con su ya conocida cara de no saber muy bien donde esta.
Hace ya un año que me mude sola con mi hermano a nuestro depto y las cosas parecen haber cambiado poco y nada. La rutina posee un efecto extraño y a la vez hipnótico en las personas, que las lleva a repetir una y otra vez las cosas como se le ocurrió caprichosamente que debían ser. Por ejemplo a mi hermano le decía que debía acostarse todos los días a las 6 de la mañana y levantarse todos los días a las 6 de la tarde (como sereno desempleado). También le decía que apenas se levante debe sentarse en la computadora y poner la música al máximo con su, ahora nuevo, home theater (cortesía de mis padres). La experiencia me enseño que ese es el pie que me da la suerte para retirarme, porque acto seguido caerán como cuervos los vecinos a quejarse por el ruido.
Los habitantes del edificio parecen ser miembros de una sexta muy exclusiva y antigua que aborrece el cambio y considera que dejar que se instale gente nueva en el edificio es poco menos que un insulto hacia su persona. Y como toda sexta de calidad tiene sus propios sicarios: estos vendrían a ser el portero y su vástago. Los seres oscuros (apodados acertadamente) padre e hijo respectivamente: Hugo y Daniel una mezcla de ignorancia, estupidez y una cuota de maldad mayor a la que se consideraría “normal”. Se escabullían sigilosamente por los pasillos del edificio con el lampazo a cuestas en busca de sus victimas del día como la muerte cosechando almas.
Por alguna disposición caprichosa de los mismos pasamos a ser su blanco desde el momento en que pusimos un pie en el edificio. Quién pudiera haber previsto que la maldad se escondía en la profundidad de esos ojos pequeños y oscuros, cejas pronunciadas y overol azul.
Estas son mis primeras palabras acá en el blog. Veremos a donde nos lleva. Hoy suelto las velas de la vida y el viento sopla fuerte. Lleve a donde nos lleve va a quedar registrado en esta pequeña bitácora del viajero.
lunes, 2 de febrero de 2009
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Jajaja, me gustó lo de "con el lampazo a cuestas en busca de sus víctimas del día como la muerte cosechando almas".
ResponderEliminarBueno prima, bienvenida al mundo blogger, espero que el diario bitácorero se mantenga al día.
Con cariño,
Dema.-
Alrededor de Dema se expande un mundo cibernético de dimensiones infinitas, que atrae gente cual agujero negro. (Las metáforas originales son mi pasatiempo...)
ResponderEliminarSi ahora van por los pasillos llevando la hoz, no quiero imaginar cómo es una reunión de consorcio... ¿tienen instalada la guillotina de manera permanente en la entrada o es la ponen sólo para la ocación?
Saludos!